te atreves a sonreír?

28 ago 2013

MARS y NACHO

Puede sonar extraño, raro, o no, pero siento que está al ladito mío.  Puede que su aura, tan sólo una presencia. Pensamientos y recuerdos que prevalecen en mi mente cobran la vida que hemos perdido. Puedo oler su colonia, su ropa limpia. Sentir sus pasos, su caminar. Puedo sentir su tacto, sus actos. Sus frotes de manos. Sus restriegues en el marco de la puerta de la cocina cuando le picaba la espalda. Puedo oir frases suyas sin voz, sentir los idiomas que le oi hablar, sentir sus canciones. Pero no puedo oír su voz,  ni su risa. La verdad es que tampoco recuerdo haber oído su risa.
Sonará extraño, pero es duro, y triste. Y cuesta entender que ya no está. Que no le tenemos aquí y ahora presente. Cuesta entender que estará dentro de nosotros,  y ya.
(He estado pensando en hacer un nuevo blog, más sencillo e íntimo, ya que a este casi no entro y me resulta algo agobiante. Iré informando. Sino, ¿qué tal vuestro verano? Ah, hoy hace un año que mi Nacho murió.)
M.A.R.S.